¿Qué es la Contratación Fast Track en Obras Públicas?. En el mundo de la infraestructura pública y privada, una de las innovaciones más llamativas en los últimos años es la contratación Fast Track (o “vía rápida”). Este sistema de entrega rompe con el esquema tradicional de ejecución secuencial al permitir la elaboración del expediente técnico en paralelo con la ejecución de la obra.
Pero ¿cómo funciona realmente esta modalidad?, ¿qué ventajas ofrece?, ¿y qué riesgos implica para las entidades y contratistas? En este artículo te lo explicamos con detalle.
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¿En qué consiste el sistema Fast Track?
El sistema Fast Track es una modalidad de contratación que combina el diseño y la construcción en un solo proceso continuo. Es decir, el contratista inicia la ejecución de la obra mientras simultáneamente elabora el expediente técnico, sin esperar a que este esté completamente terminado.
Esto representa una diferencia radical frente a los sistemas tradicionales, donde primero se aprueba un expediente técnico completo y recién después se inicia la ejecución de la obra.
¿Por qué se le llama “vía rápida”?
Se le llama “vía rápida” precisamente porque acelera los plazos: no se espera la culminación de todos los planos ni del expediente completo para empezar a construir. Por ejemplo, con solo tener los planos de arquitectura y un estudio preliminar de estructuras, se puede dar inicio a ciertas partidas del proyecto, como la cimentación o el movimiento de tierras.
Esto puede ser útil, por ejemplo, en la construcción de colegios u hospitales donde la urgencia de uso obliga a acortar plazos.
¿Qué documentos se necesitan para iniciar?
Aunque no se cuente con todo el expediente, es imprescindible tener algunos documentos básicos para garantizar un avance técnico responsable. Entre ellos destacan:
- Plano de arquitectura
- Estudio de suelos
- Plano de estructuras inicial
- Presupuesto preliminar
- Fórmula polinómica para reajuste de precios
- Análisis de costos unitarios (ACU)
- Cronograma de obra para programar avances mensuales
- Especificaciones técnicas básicas
La falta de alguno de estos puede paralizar el proceso de valorizaciones o generar controversias durante la supervisión y control de la obra.
Riesgos del Fast Track
A pesar de sus ventajas, el sistema no está exento de riesgos, entre ellos:
- Ausencia de reglas claras: Si no se define qué documentos mínimos debe presentar el contratista, puede haber retrasos, controversias o trabajos mal ejecutados.
- Errores de coordinación: Al elaborarse los planos de manera progresiva, pueden surgir inconsistencias entre especialidades (arquitectura, estructuras, instalaciones).
- Dependencia de un buen estudio de suelo: Ejecutar sin un estudio geotécnico claro pone en riesgo la estabilidad estructural.
- Dificultades en valorización: Sin presupuesto definido o fórmula polinómica, es imposible ajustar costos mensualmente.
Requisitos para aplicar el Fast Track
Según el reglamento vigente, para que una entidad pública aplique esta modalidad debe cumplir con lo siguiente:
- Sustentar técnicamente la ventaja y viabilidad del Fast Track frente al sistema secuencial.
- Tener experiencia previa: Haber ejecutado al menos dos contratos bajo esta modalidad.
- El presupuesto aprobado en el expediente técnico no debe haber superado el 30% del monto del contrato original en experiencias anteriores.
- Las observaciones a entregables deben haber sido subsanadas dentro de los plazos establecidos.
- Contar con un coordinador de obra con:
- Al menos 5 años de experiencia como coordinador, administrador de obra o similar.
- Capacitación mínima de 40 horas en temas de gestión de proyectos o ejecución de obras.
Propuesta de cambio de ingeniería de valor
Uno de los aspectos innovadores y positivos del Fast Track es la posibilidad de aplicar propuestas de ingeniería de valor, es decir, modificaciones técnicas que mejoran el rendimiento, reducen costos o acortan plazos sin afectar la calidad del proyecto.
Este enfoque ha sido utilizado exitosamente en varios países desde mediados del siglo XX, y puede representar un cambio sustancial en la forma de planificar y ejecutar obras públicas en el Perú.
Conclusión: ¿Vale la pena usar el Fast Track?
La contratación Fast Track sí puede ser una herramienta poderosa para acelerar la ejecución de obras urgentes. Sin embargo, debe usarse con criterio técnico, respetando los requisitos legales y asegurando que las reglas del juego estén claramente establecidas desde el inicio.
Con una buena planificación, documentos base y personal experimentado, esta modalidad puede ser muy beneficiosa. Pero sin una base sólida, puede transformarse en un problema serio para la entidad y el contratista.