
El diseño de pavimentos es un proceso complejo que combina factores técnicos, geotécnicos y de tránsito. Este capítulo se centra en los parámetros para el diseño de pavimentos, los cuales permiten traducir datos de campo y laboratorio en modelos estructurales capaces de garantizar la durabilidad y seguridad de las vías. En este marco, conceptos como análisis de tráfico, proyección de ejes equivalentes, capacidad de soporte de la subrasante, CBR (California Bearing Ratio), módulo resiliente (Mr), penetrómetro dinámico de cono (PDC), nivel de confianza y valores de probabilidad se convierten en pilares fundamentales.
Las palabras clave que guiarán este análisis son: tráfico de diseño, CBR, módulo resiliente, subrasante, valores de diseño, penetrómetro dinámico de cono, ensayo Proctor, soporte estructural, geotecnia vial, ingeniería de pavimentos, diseño de carreteras, valores de influencia, ejes equivalentes proyectados, suelos de cimentación.

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¿Qué es Pavimento en Carreteras?
El objetivo de este capítulo es establecer cómo se integran los estudios de tráfico y suelos en el proceso de diseño, destacando las metodologías más utilizadas en el contexto latinoamericano y, en particular, en la realidad peruana.
Análisis de la composición del tráfico
El tráfico de diseño constituye la base de cualquier cálculo estructural en pavimentos. Determinarlo implica analizar el volumen vehicular actual, la composición por tipo de vehículo y la proyección a lo largo de la vida útil del pavimento. Este análisis no se limita a contar vehículos, sino a transformar esas cifras en ejes equivalentes de 8.2 toneladas (ESALs), que representan la carga estándar utilizada en la mayoría de metodologías internacionales.
Un error frecuente en expedientes técnicos es la subestimación del tráfico, lo que conduce a diseños infradimensionados que fallan prematuramente. Por el contrario, una sobreestimación innecesaria puede generar proyectos antieconómicos. Por ello, la correcta recolección de datos mediante aforos viales, estaciones de conteo y pesajes dinámicos es indispensable.
La composición del tráfico también juega un rol decisivo: un tramo con alto porcentaje de camiones pesados exigirá estructuras más robustas en comparación con una vía donde predominen vehículos livianos. Además, factores como el crecimiento económico regional, las rutas de comercio internacional y la aparición de nuevos polos industriales deben considerarse en la proyección de tráfico.
En conclusión, el análisis del tráfico no solo cuantifica vehículos, sino que transforma esos datos en cargas equivalentes que definen la resistencia mínima que deberá tener el pavimento para cumplir su función durante el periodo de diseño.
Capacidad de soporte de la subrasante
La subrasante constituye la cimentación del pavimento, y su capacidad de soporte es uno de los parámetros más críticos en el diseño. Una subrasante débil, saturada o con suelos arcillosos expansivos puede comprometer la vida útil del pavimento, por lo que su caracterización se vuelve indispensable.
Entre los ensayos más utilizados destacan:
- Ensayo Proctor: determina la máxima densidad seca y la humedad óptima de compactación.
- CBR (California Bearing Ratio): mide la resistencia al corte comparando la penetración del suelo con un material patrón.
- PDC (Penetrómetro Dinámico de Cono): permite evaluar rápidamente la resistencia de campo y correlacionarla con valores de CBR.
- Módulo resiliente (Mr): representa el comportamiento elástico del suelo bajo cargas repetidas, siendo un parámetro clave en los métodos mecanicistas.
El procedimiento implica sectorizar la vía en función de la homogeneidad de suelos y determinar un valor representativo de diseño que refleje la condición más crítica. En muchos casos, es necesario aplicar técnicas de estabilización con cal, cemento o asfalto espumado para mejorar su comportamiento.
Un diseño que ignore la capacidad real de la subrasante corre el riesgo de generar deformaciones permanentes, asentamientos diferenciales y fallas por fatiga en la carpeta asfáltica. Por ello, este parámetro se considera el corazón del diseño estructural.
Correlaciones entre parámetros y valores de diseño
Uno de los aportes más importantes de este capítulo es la presentación de correlaciones que permiten traducir valores de campo en parámetros de diseño:
- Correlación entre PDC y CBR: facilita estimar la capacidad de soporte con equipos portátiles, optimizando tiempos de evaluación en proyectos de gran extensión.
- Correlación entre CBR y módulo resiliente (Mr): establece una relación directa entre métodos empíricos y mecanicistas, integrando ambos enfoques de diseño.
- Valores de diseño percentil: se utilizan para seleccionar el valor representativo que garantice seguridad y confiabilidad, considerando la variabilidad natural de los suelos.
Estas correlaciones son especialmente útiles en países como Perú, donde las condiciones geográficas varían de manera extrema entre costa, sierra y selva. Un mismo proyecto puede atravesar terrenos con suelos granulares estables y luego entrar en áreas de arcillas blandas con alto nivel freático.
El empleo de valores de percentil (ej. 60%, 75% o 87.5%) permite ajustar el diseño a un nivel de confianza adecuado, reduciendo el riesgo de fallas prematuras sin sobredimensionar innecesariamente las estructuras.
En definitiva, las correlaciones constituyen puentes entre la teoría y la práctica, integrando ensayos rápidos con parámetros más complejos para obtener diseños racionales, seguros y adaptados a la realidad local.
Valores de influencia: nivel de confianza, probabilidad y serviciabilidad

Finalmente, el diseño de pavimentos debe incorporar factores de confiabilidad que garanticen un desempeño aceptable en condiciones variables. Estos valores de influencia incluyen:
- Nivel de confianza (Zr): asegura que el diseño cumpla con un rango de seguridad estadístico, generalmente 90% o 95%.
- Probabilidad de error (So): representa la variabilidad del tráfico proyectado y del comportamiento estructural, influyendo directamente en el espesor de capas.
- Índice de serviciabilidad (PSI): diferencia entre el estado inicial y el estado final aceptable del pavimento, utilizado como criterio de desempeño.
Estos factores permiten introducir la estadística en el diseño, reconociendo que las condiciones reales rara vez coinciden exactamente con las proyectadas. Incorporarlos garantiza que el pavimento pueda resistir variaciones razonables en tráfico, clima o calidad de materiales sin comprometer su funcionalidad.
